miércoles, 17 de agosto de 2011

El enfoque participativo

El enfoque participativo pienso que se tendría que contextualizar dentro de las tipologias de las relaciones que se dan en cada país. Para la mayoría de los agricultores que he podido interpelar en la India el concepto de democracia esta mas ligado al acceso a las semillas orgánicas que les permita renovar la cosecha en la próxima temporada que a la participación asamblearía tal como la entendemos en occidente. Seria complicado y quizás injusto alargar los teóricos esquemas participativos que en el imaginario, occidente parece monopolizar, donde las organizaciones que no gozan de la llamada democracia interna, no son “autenticas”, sin auditar mínimamente cuantas de ellas de nuestro entorno realmente lo son. Además en múltiples ocasiones manejamos discursos que si los miramos en profundidad, pudieran albergar espacios para la contradicción, por ejemplo alimentamos y promocionamos el concepto de liderazgo por la operatividad que promueven en las organizaciones, sin pensar que quizás esta diligencia no siempre puede estar basada en acuerdos democráticos, nos basta saber que las decisiones se toman rápidas por la relación de confianza que que grupo otorga al lider.

En cualquier caso la realidad de las organizaciones en la India desde luego distan mucho de corresponderse con un imaginario participativo, a pesar de la herencia socialista en su refundación después de la colonia, y esto como no puede ser de otro modo, pernea al conjunto de la sociedad también al gobierno(1) que adquiere los valores dominantes.

Cabria resaltar, si ahondásemos en las causas, la posible influencia que ejercen determinadas prácticas religiosas. En la India la asunción de determinada categoría social está quizás demasiado extendida a causa del peso ejercido por las castas, lo cual configura una cadena de decisiones excesivamente vertical, por lo cual se me ocurre que dicha circunstancia pudiera apuntar hacia una cultura participativa, pero respetando y asumiendo escrupulosamente la cadena de mando. Las organizaciones campesinas no resultan una excepción, el sistema de gobierno es muy parecido a lo que en España podríamos asumir como una empresa sin ánimo de lucro, con la diferencia que la existencia de la cadena de mando, quizás excesivamente marcada, es asumida y vista como normal, desde mi punto de vista, por las razones anteriormente expuestas. El modelo legal escogido por muchas es el “trust” o fideicomiso de amplia raigambre en el sistema anglosajón, donde la organización tomaría el papel de mediador entre el productor y el consumidor asumiendo la responsabilidad de garantizar la calidad de la relación: buen producto para el consumidor y buenos precios para el productor. Los “trust” tienen una estructura empresarial y una cadena de mando, por lo general, bastante vertical.

En cambio es de resenyar la excepcional relación que en general se establece entre las mujeres campesinas, donde si existe una estructura participativa al uso, y aun diría mas, hablaría de estructura comunitaria, es decir, las mujeres asociadas comparten en este contexto hasta la cuenta bancaria de los beneficios de las cosechas, así como el grupo de mujeres es capaz de operar de manera unitaria, oficialmente como un solo miembro en la organización.

Como vemos la participación adquiere numerosos tonos que es preciso estudiar con detenimiento antes de aplicar o evaluar una determinada relación organizacional

1, Convendría apuntar que también la relación pudiera apuntarse tanto de abajo hacia arriba como de arriba hacia abajo, es decir que dependiendo del nivel democrático de los ciudadanos, también lo son las instituciones y viceversa, por lo cual cabria establecer un modelo cíclico, es decir tanto las instituciones gobernantes como los gobernados son partes importantes de la solución y consecuentemente del problema (REF)